Yo También Quería Un Blog

Estaba dispuesta a dedicarme a leer los comentarios de los estrenos de cine y caigo en la cuenta de que recién es miércoles. La gran siete.
Me estoy pegando un embole de la madre ... Y me planteo lo siguiente: mis días pasan y yo rogando que las semanas se terminen ... Esta cuestión de los ciclos, me perturba:
Uno limpia la casa y ésta se vuelve a ensuciar ...
Uno lava los platos y éstos se vuelven a unsuciar ...
Uno lava ropa y ésta se vuelve a ensuciar ...
Uno plancha ropa y ésta se vuelve ensuciar y luego habrá que lavarla y luego plancharla ...
Uno ruega que la semana termine para que llegue el fin de semana y uno pueda hacer lo que uno tiene ganas (restándo el tema de limpiar la casa, lavar platos, lavar y planchar ropa) y resulta que llega el fin de semana, dura lo que un pedo en un canasto y otra vez al martirio laboral ...

Tendría que empezar a planear actividades placenteras intersemanales para poder esperar a que llegue el martes por ejemplo, o el miércoles. Los viernes siempre son agradables, no necesitan estimulantes externos. Los jueves tienen el gancho de los estrenos en los cines ...
¿Qué tan mala puede ser la rutina si uno se plantea pasarla bien anticipadamente? Los lunes también deberían tener algún tipo de incentivo ...

Tarea para el hogar: "reivindicar los lunes, los martes y los miércoles"