29.3.04
Más dudas existenciales
Cuando era chiquita de verdad creía que las personas buenas (entiéndase que no pecaban o pecaban pero se confesaban a tiempo) iban al cielo cuando se morían y las malas (o las que no habían alcanzado a confesarse antes de morir) iban al infierno.
Los espacios estaban representados con los términos arriba y abajo respectivamente ¿?
Me angustiaba que los perros y sobre todo aquél con el que yo quería reencontrarme de ir al cielo, claro, no fueran aceptados en el paraíso por carecer de alma ...
Y lo que más me intrigaba de estos misterios incomprensibles era la edad en que quedábamos cuando moríamos ... cómo era eso de que lo que subía era el alma y no el cuerpo ... "pero ¿qué edad de alma?" insistía ingenuamente. Las respuestas eran del tipo "el alma no tiene edad". "Si mi abuelo se volvió loco porque tiene una enfermedad y ya no es el que era y se muere, cuando yo lo vuelva a encontrar, ¿voy a poder charlar con él? Y si tuve una hermanita antes de nacer yo a la que no conocí y quisiera reencontrar algún día, ¿va a ser un bebé o qué va a ser, quién va a ser? ¿Cómo es su alma?"
El tiempo pasó, nunca obtuve una respuesta satisfactoria y la verdad es que aunque ahora ya no creo en la diferencia entre buenos y malos y mucho menos en que ello se defina por una confesión ante un miembro de la iglesia, sigo preguntándome con qué edad nos hubiéramos quedado en la eternidad ...
Los espacios estaban representados con los términos arriba y abajo respectivamente ¿?
Me angustiaba que los perros y sobre todo aquél con el que yo quería reencontrarme de ir al cielo, claro, no fueran aceptados en el paraíso por carecer de alma ...
Y lo que más me intrigaba de estos misterios incomprensibles era la edad en que quedábamos cuando moríamos ... cómo era eso de que lo que subía era el alma y no el cuerpo ... "pero ¿qué edad de alma?" insistía ingenuamente. Las respuestas eran del tipo "el alma no tiene edad". "Si mi abuelo se volvió loco porque tiene una enfermedad y ya no es el que era y se muere, cuando yo lo vuelva a encontrar, ¿voy a poder charlar con él? Y si tuve una hermanita antes de nacer yo a la que no conocí y quisiera reencontrar algún día, ¿va a ser un bebé o qué va a ser, quién va a ser? ¿Cómo es su alma?"
El tiempo pasó, nunca obtuve una respuesta satisfactoria y la verdad es que aunque ahora ya no creo en la diferencia entre buenos y malos y mucho menos en que ello se defina por una confesión ante un miembro de la iglesia, sigo preguntándome con qué edad nos hubiéramos quedado en la eternidad ...
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